Llevo mucho tiempo pensando en el carácter de la escritura. Para mi, la escritura ha de ser sacralizada, y que así sea objeto de mimo, respeto, minuciosidad y cariño. Pero también ha de ser desacralizada con el fin de poder pasar a la acción, de enfrentarte a ella, de rebatirla y cambiarla. Conoce los polos y busca la unidad, he leído. El trabajo de escribir tiene un punto sacro, pero hay que pasar a la acción.
Fotografía de Tom Chambers.
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